El SEMANARIO RECONQUISTA es el órgano de prensa de la Agrupación Reconquista del Partido Colorado, fundado por Honorio Barrios Tassano y Carlos Flores. Director Prof. Gustavo Toledo.

sábado, 30 de abril de 2011

Quedó conformada comisión pro plebiscito.

Comerciantes y víctimas del delito saldrán a juntar firmas.
Este viernes 29, quedó constituida la “Comisión por la Seguridad para Vivir en Paz-Yo Firmo”, integrada por dirigentes de los partidos Colorado y Nacional, comerciantes, entidades gremiales y víctimas de la violencia, y que encabezará la campaña a favor de un plebiscito para bajar la edad de imputabilidad.
La comisión quedó integrada por el ex presidente de Cambadu José Losada, el empresario Antonio Zulamián, el ex presidente del Centro de Farmacias del Uruguay Eric Bomio, el ex presidente de la Asociación de Kioscos Jorge Núñez, y el directivo del Centro de Comerciantes de la Unión Carlos Cáceres. Además, participan los familiares de víctima del delito Sandra González, Lorena Severo, Rosa Olivieri, Graciela Barrera de Novo, Jorge Peralta, Cristina Luisa Martínez y Mónica Haskwec. La comisión también está conformada por Fernando Pena vinculado al ámbito del taxi y Jorge Machado del transporte colectivo de pasajeros. Por el Partido Colorado estará el diputado Germán Cardoso y por el Partido Nacional el también diputado Gustavo Borsari.
La comisión recolectará firmas para bajar la edad de la imputabilidad de 18 a 16 años, mantener los antecedentes de los menores infractores y crear un instituto especial de contención de los adolescentes delincuentes por fuera del INAU y del sistema carcelario de adultos, entre otras medidas.
Al acto, que se realizó en la Antesala de la Cámara de Representantes, concurrieron el senador de Vamos Uruguay Pedro Bordaberry y los diputados de ese sector Germán Cardoso, Aníbal Glodofsky, Juan Manuel Garino, y el diputado de Propuesta Batllista Gustavo Espinosa. También participaron el senador nacionalista Gustavo Penadés y los diputados Borsari y Verónica Alonso.
En su intervención, el diputado Cardoso expresó que la preocupación de su sector (Vamos Uruguay) por la seguridad no comenzó con los episodios violentos de los últimos días.
Tras explicar que, luego de asumir, la bancada parlamentaria de Vamos Uruguay presentó varios proyectos de ley sobre el tema en comisiones parlamentarias, Cardoso dijo que estos no tuvieron andamiento porque el oficialismo utilizó mayorías circunstanciales en el Parlamento para bloquearlos. "No ha cedido ninguna vez a estas iniciativas", advirtió.
Cardoso indicó que la inseguridad "motivó" a un grupo de ciudadanos a convocar el mecanismo de democracia directa para reformar la Constitución.
Por su parte, el diputado Borsari indicó que los legisladores del Partido Nacional, que decidieron integrar la Comisión Nacional por la Seguridad, lo hacen "como una confluencia natural" con proyectos de ley presentados desde hace 24 años por parlamentarios blancos. Al finalizar el acto, Borsari dijo que las fugas de menores infractores derivaron en la remoción del gerente de los centros de internación del INAU, Jorge Jouroff. "Las medidas que se han tomado en el INAU y otras que se van a tomar, son efecto de la presión que el Partido Nacional ha puesto sobre este tema", dijo Borsari.
Uruguayos expuestos a la violencia
Sandra González, familiar de una víctima de la violencia, pidió a aquellos uruguayos que "no han pasado lo mismo que nosotros, que piensen que sí están expuestos a todo esto".
Indicó que los menores "deben purgar penas por sus delitos y, además, ser reinsertados en la sociedad como personas dignas. (El proyecto) no es para condenarlos, sino que es para ayudarlos". Agregó que los padres de los menores infractores también debían firmar en pro de una reforma constitucional. "Ellos no cuentan con apoyo, porque actualmente en el país no hay un centro de rehabilitación que acomode a los adolescentes y trate de reinsertarlos", dijo.

Funes.

Por Dr. Pedro Bordaberry (*)
Me he referido alguna vez a ese personaje inquietante de la narrativa borgeana de nombre Ireneo y de apellido Funes. Los vecinos de Fray Bentos por el 1890 y pico lo llamaban el cronométrico, mientras que Borges lo definió como el memorioso.
Tenía una memoria asombrosa. Era capaz de recordar cada piedra, cada pájaro que había visto o imaginado. Pero además a cada uno le daba un nombre distinto. Había aprendido sin esfuerzo a hablar el inglés, francés, portugués y latín. Recordaba no sólo cada hoja, cada árbol que había visto, sino que recordaba cada momento en que lo había hecho.
Sin embargo, en su prosa Borges desliza un comentario, una observación del inquietante memorioso Funes, que dice mucho: “sospecho que no era capaz de pensar”.
Para Borges pensar es olvidar diferencias, generalizar, abstraer, pero en el abarrotado mundo de Funes había tantos recuerdos, tantos detalles que no le permitían pensar.
No se trata que no existan los recuerdos o la memoria, es que cuando ocupan todo el día, todo el tiempo, y toda la mente impiden ver bien las cosas.
Cuando uno mira los hechos sucedidos esta semana, los que ocuparon los titulares y el mayor tiempo de nuestros gobernantes y de nosotros los legisladores, piensa si no vamos camino de convertirnos en un Funes.
Dos ministros, un vicepresidente de la República y treinta Senadores nos enfrascamos en una discusión de seis horas, a la que se sumó en el camino el propio Presidente de la República, el martes. Algunos memoriosos de los enfrentamientos del pasado armaron un episodio que no es claro: un presunto video que el gobierno se niega a mostrar o a decir quien se lo suministró.
El Presidente que dijo que vio el video, que el mismo tenía como objetivo amedrentarlo, que nos envió a los representantes de los Partidos información parcial sobre el mismo, en el medio del asunto se entrevistó con un General procesado, y ahora se niega a informar que sucedió.
Hace unos meses el propio Presidente de la República le pidió a su Ministro de Relaciones Exteriores que elabore un proyecto de ley que derogue la ley de caducidad. El Ministro va al Parlamento, le preguntan si el Presidente está de acuerdo y contesta que no sólo está de acuerdo sino que está siguiendo sus instrucciones.
El proyecto de ley se aprueba en una de las Cámaras y el Presidente sale ahora a decir que él no tuvo nada que ver, pese a lo que dijo su Ministro, el que a su vez reitera lo afirmado por el Presidente.
Ese proyecto es aprobado por mayoría, en tiempo record, en la Cámara, con un Senador del oficialismo que renuncia luego de votar, otro no da la cara y pide licencia y un tercero vota en contra. Por votar en contra y defender el voto de los uruguayos lo someterán a Comité disciplinario y amenazan con expulsarlo.
En el medio de todo esto aparece un presunto documento y nos enteramos que los militares y ex guerrilleros mantuvieron y mantienen reuniones por sus enfrentamientos del pasado. Se acusan públicamente unos a otros.
Parece que el gobierno está preocupado exclusivamente por los asuntos del pasado. Está enfrascado en ello, es el tema que le lleva la mayor parte de su tiempo de trabajo, del que habla todo el día.
Tanto detalle, tanto pasado,  no le permite pensar, no le permite abstraerse y ver cuáles son los problemas que hoy tiene el país, los que sufrimos los uruguayos, los que sufriremos el día de mañana.
La inseguridad crece día a día, pero no se aprueban – siquiera – aquellas leyes sobre las que se dice que hay acuerdo para aprobar. La velocidad para tratar la derogación de la caducidad no se exhibe para aprobar la mejora de la seguridad.
La educación está cada día peor. Nuestra escuela y liceo públicos, otrora orgullo del país, no alcanzan niveles aceptables. La Universidad está alejada del país real. Pero hace un año que no se trata el proyecto de ley que crea la agencia de evaluación de la enseñanza pese a que todos los partidos estamos de acuerdo en ello.
El Ministerio de Transporte y Obras Públicas informa que el 56% de nuestras rutas, otrora también orgullo nacional, están en mal estado. Pero no destinamos presupuesto a ello ni aprobamos un sistema asociativo entre el Estado e inversores privados, pese a que los Partidos hemos manifestado nuestra voluntad de hacerlo.
Estamos como Funes, tanta memoria, tanto detalle, tanto mirar para atrás no nos permite pensar.
(*) Abogado. Senador de la República. Líder de Vamos Uruguay.

Papelón.

Por Dr. Ope Pasquet (*)

Antes de que comenzara la interpelación del pasado martes en el Senado, ya se sabía que la mayoría oficialista declararía satisfactorias cualesquiera explicaciones diesen los ministros Bonomi y Rosadilla a las preguntas y cuestionamientos de los senadores Abreu y Viera. Pese a ello, cabía esperar que la sesión del Senado sirviese para arrojar algo de luz sobre el confuso e incierto episodio en el que unos encapuchados filmados en una película que sólo el Presidente de la República dice haber visto, habrían tenido la gentileza de avisar que intentarían liberar por la fuerza a los militares presos por delitos cometidos durante la dictadura.  

Aun esa expectativa resultó defraudada. Dos meses después de haber comunicado a los líderes políticos y al presidente de la Suprema Corte de Justicia -aunque no al juez penal competente- que existía esa hipotética amenaza, el Poder Ejecutivo no logró averiguar prácticamente nada más al respecto. Quizás, las licencias que se otorgan en el verano, el reinado de Momo y el  asueto de la Semana de Turismo resintieron el funcionamiento de los servicios de inteligencia del Estado. Por esas u otras razones, lo cierto es que los ministros del Interior y de Defensa del gobierno uruguayo no saben del asunto más que lo que leyeron en “Búsqueda” (digamos, para ser justos,  que “Búsqueda” no salió el jueves de Turismo, lo que obviamente perjudicó el lucimiento de los ministros en la interpelación...).

El fracaso de la investigación realza la importancia de lo que sabe el presidente. Mujica  dijo haber visto el video de los encapuchados, aunque posteriormente el ministro Bonomi lo corrigió y puntualizó que lo que Mujica vio fueron imágenes, de las cuales un video pudo haber sido, o no, el soporte. ¿Quién le mostró esas imágenes al primer magistrado?  Esa fue la pregunta que los  senadores interpelantes formularon una y otra vez, y que los ministros nunca contestaron.

Para disculpar su silencio, el ministro de Defensa explicó que el presidente –hombre de pocas palabras, como se sabe- no  le dijo espontáneamente quién le había mostrado las imágenes, y que él no se atrevió a preguntárselo (“yo no interrogo al Sr.  Presidente”).

Hasta donde yo sé, la ocurrencia del ministro Rosadilla no tiene antecedentes en nuestra historia parlamentaria. Nunca un ministro del Poder Ejecutivo había osado decirle al Parlamento que no puede responder acerca de lo que sabe o piensa el Presidente de la República sobre un determinado asunto, porque considera inapropiado “interrogarlo” al respecto.

Obviamente, nadie creyó lo dicho por el ministro de Defensa, y así se lo manifestó frontalmente el senador Bordaberry. Pero más allá de que el relato no sea  veraz, importa subrayar que el argumento es equivocado. Si existiera un ministro que no se atreviese a formularle preguntas al Presidente de la  República, ese ministro tendría que renunciar por no estar en condiciones de cumplir las funciones propias de su cargo. 

Todo ministro necesita y debe interrogar al presidente, en primer lugar para seguir sus indicaciones y además para informar al Parlamento y a la opinión pública. En nuestro sistema constitucional, de separación de poderes, es precisamente a través de los ministros que se comunican el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Los ministros no podrían cumplir tan importante función si no pudiesen hacerle preguntas al primer magistrado.

Es posible que lo que el gobierno está ocultando sea que el origen de toda esta historia de los encapuchados es tan poco digno de crédito, tan poco serio, que haberla difundido fue, si se actuó de buena fe, una fenomenal torpeza política.

Si no se actuó de buena fe, sino con la aviesa intención de crear  un ambiente propicio a la anulación de la Ley de Caducidad, por la  vía de atribuir propósitos sediciosos a  “militares retirados” (hipótesis que planteó el senador Gallinal), la torpeza pasaría a ser una canallada.

Pero estas son meras conjeturas; lo único cierto es que no se sabe, hasta hoy, de dónde salió este cuento fantástico que sonó al comienzo como una alarma institucional y termina pareciendo un cuplé de carnaval.

Quien puede aclarar el misterio es el Presidente de la República. Como él optó por guardar silencio, sus  ministros hacen papelones cuando tienen que poner la cara en el Parlamento.

(*) Abogado. Senador de la República. Secretario General del Partido Colorado.

viernes, 29 de abril de 2011

Resolución del CEN del Partido Colorado aclara posición sobre plebiscito.

Definió criterios para designar comisión organizadora del Congreso ideológico.

El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Colorado  fijó los criterios a tener en cuenta para designar la integración de la comisión que estará a cargo de organizar el Congreso Ideológico.
Asimismo, el CEN Colorado aprobó una declaración  con el fin de aportar información a la ciudadanía acerca de la propuesta de modificar el régimen  de responsabilidad penal de los mayores de 16 años.
Para aportar información a la ciudadanía acerca de la propuesta de modificar el régimen de responsabilidad penal de los mayores de 16 años, el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado hace saber:
1º) Que el texto propuesto hace penalmente responsables de acuerdo al Código Penal a las personas mayores de 16 y menores de 18 años, exclusivamente por la comisión intencional de los delitos gravísimos que en él se enuncian (homicidio, homicidio especialmente agravado, homicidio muy especialmente agravado, lesiones graves, lesiones gravísimas, rapiña, rapiña con privación de libertad (copamiento), extorsión, secuestro y violación). En consecuencia, la responsabilidad de dichas personas por otros delitos seguirá rigiéndose por las normas del Código de la Niñez y de la Adolescencia.

2º) Que con respecto a las personas de entre 16 y 18 años de edad, el Juez Penal tendrá la facultad de considerar como eximente o atenuante de su responsabilidad penal, la ausencia de madurez o discernimiento suficientes, lo que no es aplicable a los mayores de 18 años de edad.
3º) Que la propuesta a plebiscitar establece expresamente que la internación y rehabilitación de los menores de 18 años de edad, estará a cargo de un Servicio Descentralizado y dedicado exclusivamente a esa tarea.
El texto propuesto, pues, mantiene diferencias importantes entre el régimen aplicable a las personas de entre 16 y 18 años y el derecho penal común, por lo que no viola las normas internacionales que Uruguay se ha obligado a cumplir en esta materia.

El último herrerista.

Por Graziano Pascale (*)
Walter Santoro, fallecido hoy en el día de su 89 cumpleaños, comenzó su militancia política en el herrerismo cuando arreciaba la campaña difamatoria y calumniosa del Partido Comunista exigiendo que el legendario caudillo fuera puesto en la cárcel bajo la infamante acusación de “nazi”.
Ese fue el bautismo de fuego de Santoro en las filas del nacionalismo.
Comprendió, entonces, que el amor al terruño, la fe inquebrantable en las posibilidades del propio país, la negativa a aceptar la sumisión frente a un poder extranjero, son valores que pueden llegar a despertar la ira de quien tiene alma de esclavo, de quien es capaz de postergar los intereses de su tierra y de sus compatriotas en procura de defender el interés de otras naciones, bajo el disfraz de un supuesto internacionalismo.
Pero en Santoro esa comunión con la propia tierra y con su gente estaba teñida por su compromiso cabal con la democracia, con las libertades civiles y políticas, cuya salvaguarda y defensa fueron el gran norte de su vida.
Y así como Santoro estuvo junto a Herrera en las horas de prueba y de sacrificio, cuando ser herrerista significaba exponerse al gesto de desdén cuando no de desprecio de quienes nunca pudieron entender la grandeza del viejo caudillo, también estuvo de pie en apoyo de la legalidad y las instituciones democráticas, caídas el 27 de junio de 1973.
Frontal en defensa del ideal nacionalista, del sentir democrático, Santoro fue también un constructor de consensos, un hombre de paz que buscó con ahínco una salida pacífica a la dictadura, en un gesto que tampoco fue comprendido por los poderosos de la época, que en busca de ventajas políticas menores hipotecaron una salida cuyos errores aún hoy están pagando.
En los años oscuros de la dictadura, Santoro se mantuvo fiel y leal a Wilson Ferreira Aldunate, convertido por la voluntad popular en el sucesor de Luis Alberto de Herrera en el sitial de jefe civil del Partido Nacional. Junto a Wilson, soportó la ira de los poderosos, conoció la capucha y la cárcel, sin claudicar un instante en su compromiso por una democracia sin excluidos.
Ese combatiente de todas las horas del ideal nacionalista, ese herrerista orgulloso de su devoción por la memoria insigne del jefe inmortal, fue también un hombre de gobierno, un hombre de estado. Duro en el combate con el adversario histórico, supo advertir que los tiempos iban cambiando en el Uruguay, y que las viejas rivalidades del pasado no podían ser hoy motivo de desunión de los partidos fundacionales, ante el avance de  las fuerzas contrarias al ideal de libertad.
 Su accionar político fue un fiel reflejo de sus íntimas convicciones. Pasó por el gobierno y ocupó lugares de destaque en bancadas oficialistas sin que ello significara apartarse de su compromisos con el sentido ético de la política, con los valores morales que deben acompañar siempre a quien tiene el honor de integrar las filas del partido de Manuel Oribe, de Leandro Gómez y de Aparicio Saravia.
Santoro fue un blanco a carta cabal, un herrerista de todas las horas, un gran uruguayo, pero también fue un gran canario, un hombre de Santa Lucía, la pequeña comarca que nunca abandonó y que amó entrañablemente.
No podemos entender a Santoro si no somos capaces de unir en su persona y en su trayectoria, estas aristas. Y así lo entendió el pueblo, que desde 1954 hasta su retiro de la actividad política en el año 2000, lo acompañó siempre, renovando su confianza en un legislador que siempre estuvo atento a todos los reclamos populares.
Cuando Santoro ingresó a la Cámara de Diputados, en el año 1954, había pasado ya medio siglo desde el ingreso a la misma de Luis Alberto de Herrera. Pero en ambos ardía la misma pasión nacionalista y defensora de las leyes. Esa pasión que llevó a Herrera a ingresar en 1905 a la cámara de diputados expresando que había llegado a ese reciento “en las puntas de las lanzas revolucionarias”. Un adversario tuvo la mala idea de retrucar diciendo que lo habían traído “las turbas”. Y el jefe inmortal retrucó: “Sí, traído por las turbas, es decir por el pueblo. Prefiero eso a ser traído por las tropas de línea”.
Santoro sirvió con devoción a ese pueblo que lo eligió como su representante por casi medio siglo. Y desde su retiro siempre activo, supo acompañar hasta sus últimos días los esfuerzos y las ilusiones de viejos y nuevos compañeros, que siempre vieron en él una fuente de inspiración como servidores del Partido Nacional.
De Santoro se puede decir, como dijo Payssé Reyes al despedir los restos de Luis Alberto de Herrera, que “vivió en el calor popular, el aliento de la multitud era su atmósfera vital. Fue una expresión del alma popular, puesta en cuerpo de gran señor, que jamás descendió a la vulgaridad y siempre tuvo el sentido del propio respeto”.
Santoro  mantuvo hasta el umbral de la muerte, una actitud de lucha sin fatigas, haciendo gala de un espíritu siempre jovial que nunca lo abandonó. Se va de la vida con las manos limpias, con el gesto del férreo gladiador que fue en su larga militancia política, y del que da testimonio la muchedumbre que hoy lo llora.
(*) Periodista.

"De los Santos tiene un discurso atrasado" en materia de seguridad.

Declaraciones del diputado Germán Cardoso.
Según consigna el sitio web de FM Gente, el diputado colorado Germán Cardoso señaló que el intendente De los Santos “tiene un discurso atrasado” en materia de seguridad. Las declaraciones del diputado de Vamos Uruguay vienen a cuenta de los dichos del intendente publicados en la edición anterior del semanario Brecha.
Óscar De los Santos dijo al semanario que el plebiscito para bajar la edad de imputabilidad tiene buenas posibilidades de prosperar “en base a la campaña del miedo” instalada por “la derecha”.
“Es el viejo discurso marxista de alentar el miedo, habría que actualizarse un poco de lo que pasa en la sociedad de hoy. De los Santos está atrasado en su discurso y apela a dividir entre izquierda y derecha”, señaló Cardoso.
“Cuando a una persona la roban, la matan, la rapiñan o la secuestran, no le preguntan si es de izquierda o de derecha. No le preguntan ‘usted a quién vota’ y además roban, la matan o la secuestran”, agregó.
A juicio del diputado de Maldonado, toda la sociedad es víctima del delito. “Entonces, lejos de ser una herramienta de izquierda o de derecha, es una herramienta para toda la sociedad en su conjunto”, señaló.
El legislador justificó la campaña de recolección de firmas en la actitud del oficialismo que, en su opinión, no atiende los proyectos de ley que propone la oposición. “El FA tiene mayorías parlamentarias. En la medida que no acceda con su voluntad política a tratar los proyectos que presentemos, nos encontramos con una mayoría que automáticamente los bloquea. Esto es lo que ha pasado”, dijo.
“Quisiéramos que estos proyectos de ley se votaran en el Parlamento, pero como no lo logramos es que tenemos que juntar firmas para plebiscitar”, sostuvo.
En Maldonado, según el legislador, se llevan recolectadas cerca de 8.000 firmas.

martes, 26 de abril de 2011

Batlle criticó al Frente Amplio por la inseguridad.

El ex presidente dijo que el gobierno de izquierda “tan preocupado está (por la seguridad) que hace siete años que no hace nada”.
El ex presidente Jorge Batlle se despachó esta mañana en radio El Espectador contra el Frente Amplio y apuntó a los dos gobiernos de izquierda (el de Tabaré Vázquez y el José Mujica) por los problemas de inseguridad.
El líder histórico de la Lista 15 (“algo que hoy no existe”, según reconoció) está en plena campaña de recolección de firmas para bajar la edad de imputabilidad y aseguró En Perspectiva que los gobiernos del Frente Amplio no han hecho nada en materia de seguridad.
Consultado acerca de las preocupaciones del gobierno en esa área, Batlle dijo irónicamente que “tan preocupado está que hace siete años que no hace nada”.
Agregó que entiende que es “mejor que se empiece a preocupar, entre otras cosas, de respetar la voluntad de los ciudadanos emitida por dos veces en dos elecciones convocadas por el propio FA”, aludiendo al intento de aprobar la ley interpretativa de la Ley de Caducidad, pese a los dos plebiscitos (1989 y 2009) que ratificaron esta última.
En materia de inseguridad comparó distintas épocas: “Yo fui gobierno en momento de crisis terrible y en momentos de crisis terrible no había en este país la inseguridad que hay hoy”.
Acerca de la importancia de la recolección de firmas, Batlle sostuvo que es la expresión del pueblo y que lo más importante es que el Parlamento se dé cuenta de que tiene que encontrar una solución antes de llegar a una reforma constitucional.
“Creo que lo que se debe hacer, se debe hacer por ley, porque es mucho mejor que por la vía de una reforma de la Constitución. Pero como el FA se ha negado permanentemente a este tipo de proyectos con su mayoría parlamentaria, me parece que si se juntaran no menos de medio millón de firmas va a ser una voz que el Parlamento tiene que escuchar para tomar medidas legislativas antes de tener que llegar al extremo de reformar la Constitución por esta vía, puesto que siempre, cuando uno incorpora un artículo a la Constitución de cualquier tema tiene que pensar que eso es muy difícil modificarlo a futuro”.

El otoño de Frente Amplio.

Por Reinaldo Perdomo

Al Frente Amplio le ha llegado el otoño y le ha pegado fuerte.

Vientos arrachados lo han hecho temblar. Entre otros: el “video fantasma” que ellos mismos hicieron, creyendo que con él asustaban a los dirigentes que andaban medio díscolos; la presión de los ultras para no cumplir con la promesa de bajar el IVA a todos y licuarla mediante ayudas a los vagos, que la mayoría no trabajan porque no quieren o para no perder las dádivas; las firmas que el pueblo está recogiendo, como una de las maneras de imponer por plebiscito, una de las tantas soluciones que hay que buscar  para solucionar el tema de la inseguridad para la gente común, que no tiene para rejas y tampoco para guardaespaldas como tienen los dirigentes y  los muy ricos; y, finalmente, el mamarracho jurídico y político, que votó el Senado, acerca de “anular” una ley, que sólo puede ser modificada o derogada como todas las leyes, con el agregado de que ésta fue aprobada por el pueblo en dos oportunidades, con veinte años de diferencia entre una y la otra.

Dos “errores” en una misma oportunidad: se violó la Constitución y se desconoció la voluntad popular.

Este último hecho fue el huracán que más daño le hizo; senadores frente amplistas que votaron obligados y luego renunciaron, otros votaron con el pie, y otro que votaron en contra.

Ahora parece que la criatura no tiene padre. Los legisladores dicen que vino del ejecutivo y el Presidente dice que eso son cosas del FA y  él no tiene nada que ver.

Veremos si en la Cámara de Representantes, aparece el progenitor y existe la mayoría  para hacer  “ley” el mamarracho o si le dan allí un entierro de primera como forma de eludir los efectos políticos que dentro del partido de gobierno, está teniendo.

¿Puede disimularse que al Frente Amplio le ha llegado el otoño?

Estos últimos días hemos visto como las hojas más débiles que se han caído primero del árbol, buscan amontonarse para ver si pueden subir de nuevo, sin darse cuenta que están ya en la cuneta y que si no es el barredor será la próxima lluvia que las arrastre.

Las ramas grandes están quebrándose, el tronco está corroído y las raíces ya ni existen.

Se les viene el invierno, y poco a poco se irá inclinando, hasta que un temporal lo va a dejar con el tronco para arriba y cuando, en el 2014, llegue la primavera del pueblo, los pequeños brotecitos tendrán que soportar la sequía y los calores del verano, que les impondrá la democracia uruguaya.

Lanzan campaña conjunta: "Para vivir en paz, yo firmo".

Crean una comisión nacional para el plebiscito.
Un taxista, un almacenero y un conductor de ómnibus (en representación de los sectores más vulnerables a la acción delictiva), junto a un miembro de la asociación de familiares de víctimas y dos delegados políticos, conformarán el jueves 28 la Comisión Nacional por la Seguridad que se encargará de coordinar la recolección de firmas con que sectores políticos y sociales buscan habilitar una consulta popular para bajar a 16 años la edad de imputabilidad de los menores en conflicto con la ley.
No para sumarlo a la Comisión sino para incorporarlo a la campaña de recolección de firmas como figura principal ya ha habido conversaciones informales con el senador frenteamplista Jorge Saravia, quien en forma pública ha manifestado su disposición a apoyar esta iniciativa de reforma constitucional.
La integración de esta Comisión Nacional "no ha sido al azar", explicó a El País el diputado nacionalista Gustavo Borsari, quien será delegado partidario de ese grupo junto con el colorado Germán Cardozo. "Hemos querido conformar una comisión muy abarcativa, sobre todo despolitizada e integrada con representantes de los sectores sociales más afectados por la falta de seguridad y especialmente por los menores infractores", indicó el legislador.
Los líderes del Partido Colorado Pedro Bordaberry y del Partido Nacional Luis Alberto Lacalle, así como el senador Luis Alberto Heber y los diputados Borsari y CardoZo se reunieron ayer para ultimar los detalles de la organización.
Antes de Semana Santa, Lacalle (Unidad Nacional) había anunciado que se sumaría a la campaña colorada que busca juntar 250 mil firmas para plebiscitar la baja de la edad de imputabilidad junto a las elecciones nacionales de 2014.
Durante el encuentro de ayer, Lacalle agradeció a los colorados por haber reconocido que el Herrerismo viene insistiendo desde hace años con la necesidad de tomar medidas más drásticas con los jóvenes infractores.
ESLOGAN. "Para vivir en paz, yo firmo", será el eslogan que el próximo jueves utilizarán los liderados por Pedro Bordaberry (Partido Colorado) y por Luis Alberto Lacalle (Partido Nacional) para lanzar la Comisión Nacional que se encargará de seguir juntando firmas para bajar la edad de imputabilidad. La decisión fue adoptada ayer en una reunión de la que participaron Bordaberry, Lacalle, Luis Alberto Heber (Unidad Nacional) y Germán Cardoso (Vamos Uruguay).
Antes de Semana Santa, Lacalle (Unidad Nacional) había anunciado que se sumaría a la campaña colorada que busca juntar 250 mil firmas para plebiscitar la baja de la edad de imputabilidad junto a las elecciones nacionales de 2014.
Esta Comisión tendrá una sede propia en Montevideo desde donde, entre otras tareas, se enviarán y recibirán las papeletas con las firmas.
La Comisión "ayudará a desprender a los sectores políticos de la recolección propiamente dicha", indicó Borsari a El País.
Los partidos piensan que sobre fines de este año habrán alcanzado la cifra de 500.000 firmas, que duplican las necesarias para convocar a un pronunciamiento ciudadano sobre la baja de la edad de imputabilidad y otras normas contra la delincuencia juvenil.
En el plano político, el Frente Amplio -con excepción del senador Saravia- se ha opuesto a la recolección de firmas, lo mismo que el Partido Independiente y el sector blanco de Alianza Nacional.
ACLARACIÓN. El ejecutivo colorado aclaró este lunes 25 que la reforma propuesta hace penalmente responsable sólo a los menores de 16 años que cometan delitos como homicidio, secuestro, rapiña, copamiento y violación, y que con respecto a las personas de entre 16 y 18 años el juez penal podrá considerar como eximente o atenuante de su responsabilidad penal la ausencia de madurez o discernimiento suficientes.
Además, el ejecutivo colorado indicó que el texto propuesto mantiene diferencias entre el régimen aplicable a las personas de 16 a 18 años y el derecho penal común, por lo que no viola las normas internacionales que Uruguay se ha obligado a cumplir.

sábado, 23 de abril de 2011

Colorados estiman que ya superaron las 100.000 firmas.

Imputabilidad. Quieren llegar a la mitad exigida al terminar Semana de Turismo
Según informa El Observador este sábado, el Partido Colorado estima que al finalizar Semana de Turismo habrá sobrepasado las 100 mil firmas en su campaña para convocar a un plebiscito que baje la edad de imputabilidad de 18 a 16 años de edad.
Dirigentes colorados que encabezan la recolección de firmas dijeron el pasado viernes a ese medio que el objetivo es terminar Semana Santa con la mitad de las firmas exigidas por la Corte Electoral: 125 mil de un total de 250 mil requeridas.
Las fuentes consultadas aseguran que estarán muy cerca de esa cantidad, aunque no quisieron arriesgar una cifra hasta no tener los datos concretos.
Según información que obtuvo el diario, varios legisladores colorados han conseguido ya más de 4.000 firmas cada uno en Montevideo. La diputada Alma Mallo presentó ya 5.400 rúbricas. Su compañero de bancada, Fernando Amado, consiguió 5.000 y el también diputado Juan Garino llegó a las 4.000. En tanto el sector Batllismo Abierto de la capital ya aportó otras 5 mil.
A su vez, en Canelones la diputada Graciela Matiaude consiguió 6.500 firmas en lo que va de la campaña, y en otros departamentos, según las fuentes consultadas, se obtuvieron las siguientes cifras: en Salto 12 mil firmas, en Paysandú 8.000, en Soriano 5.000, en Durazno 3.500, en Rocha 3.500 y en Flores 2.300.
Los dirigentes colorados aseguran que esto es apenas una muestra de todas las firmas que ya recogieron. Falta ingresar las firmas que han conseguido otros dirigentes en otros departamentos y más adhesiones en Montevideo, Maldonado, Canelones y Colonia.
La campaña se lanzó el 19 de marzo con el impulso inicial del Partido Colorado y sobre todo de Vamos Uruguay, el sector liderado por el senador Pedro Bordaberry.
El otro sector mayoritario de los colorados, Propuesta Batllista (ProBa) se sumó a la campaña tímidamente, ya que algunos de sus dirigentes tenían reparos con la iniciativa.
Finalmente, luego de algunas idas y venidas internas, legisladores liderados por el ex presidente blanco Luis Alberto Lacalle se sumaron a la campaña el pasado jueves 14.
Básicamente adhirió a la causa el Herrerismo, ya que quedó fuera Correntada Wilsonista, del senador Francisco Gallinal, quien si bien está de acuerdo con bajar la edad de imputabilidad no quiere hacerlo a través de una reforma constitucional. Gallinal anunció que presentará un proyecto de ley para que sea el juez quien decida en cada caso si a un menor de 16 y 17 años de edad le aplica el código penal de adultos o el de adolescentes.
En abierto y explícito rechazo a la recolección de firmas y a la medida propuesta por Bordaberry y el Partido Colorado quedaron el senador Jorge Larrañaga, líder de Alianza Nacional, el Frente Amplio y el Partido Independiente.

viernes, 22 de abril de 2011

El veto, derecho y deber presidencial.

Por Dr. Ope Pasquet (*)
Todo hace suponer que con los votos del Frente Amplio, férreamente encuadrados por la disciplina partidaria, será sancionado en la Cámara de Diputados el proyecto de ley que, eufemismos aparte, anula la Ley de Caducidad. Al proceder así, los legisladores frenteamplistas desconocerán dos pronunciamientos populares (el referéndum de 1989 y el plebiscito de 2009), y con ellos, el principio de la soberanía nacional (artículos 4 y 82 de la Constitución) que es la  base misma del régimen democrático. El proyecto de  ley en cuestión también quiebra el principio de la separación de poderes, que impide al Poder Legislativo arrogarse competencias exclusivas del Poder Judicial,  y lesiona derechos humanos fundamentales, como el derecho a la seguridad jurídica, vulnerado por el desconocimiento de la cosa juzgada y las prescripciones ya operadas. 
El proceso de formación de las leyes, empero, no concluye con la sanción  de los proyectos por el Poder Legislativo,  sino con su promulgación por el Poder Ejecutivo. Y la Constitución le da al Poder Ejecutivo el poder y el deber, al mismo tiempo, de vetar los proyectos de ley que considere inconstitucionales o inconvenientes, devolviéndolos a la Asamblea General para estar a lo que ella resuelva (artículos 137 y siguientes de la Carta).
La inconstitucionalidad de este proyecto de ley es evidente. El presidente Mujica ya ha dicho, además, que considera que lesiona la unidad nacional. ¿Puede haber fundamentos de más peso para que el Poder Ejecutivo se rehúse a promulgar un proyecto de ley?
Es cierto que el presidente dijo que no utilizaría el instituto del veto durante su mandato, porque no quiere “enmendarle la plana al Parlamento, que es la cosa más representativa que hay”.
Pero Mujica también dijo en la campaña electoral del año 2009 que acataría el resultado del plebiscito de ese año y que no utilizaría la mayoría parlamentaria “para enmendarle la plana al pueblo”; en la red está circulando profusamente, en estos días, el fragmento del programa de “Código País” en el que el candidato Mujica (acompañado por su compañero de fórmula de entonces, el Cr. Astori) formuló esa declaración.
Si hay que elegir entre enmendarle la plana al Cuerpo Electoral o al Parlamento, ningún demócrata puede dudar: el Cuerpo Electoral ejerce directamente la soberanía nacional, mientras que el Parlamento lo hace en forma indirecta (artículo 82 de la Constitución). Aquél está por encima de éste, y esa es la razón por la que contra las leyes que sanciona el Parlamento, cabe interponer el recurso de referéndum para ante el Cuerpo Electoral (artículo 79).
José Mujica tiene que elegir entre ser el presidente de “la fuerza política”, o el presidente de todos los uruguayos. Si elige lo primero, faltará a sus deberes constitucionales. Si elige lo segundo, tiene que vetar un proyecto de  ley contrario a la Constitución y lesivo de la unidad nacional, como él mismo lo ha señalado. 
(*) Abogado. Senador de la República. Secretario General del Partido Colorado.

Desenamoramiento

El intendente De los Santos no se ve "en ningún lado".
El semanario Brecha publicó en su última edición una interesante entrevista al intendente de Maldonado, Óscar De los Santos. Algunos pasajes de la misma son realmente imperdibles. No sólo reflejan el estado de ánimo del jefe departamental sino también la interna de su fuerza política.
En la entrevista publicada a doble página, el intendente Óscar de los Santos confesó que le falta “entusiasmo y enamoramiento” con el proyecto del Frente Amplio. “En el marco de ese desenamoramiento que tengo… no me veo en ningún lado. No tengo ganas de tomar ninguna definición porque no estoy estimulado”, dijo el intendente, consultado por el periodista Nelson Cesín sobre cómo visualiza su futuro político.
“Con todas las letras: no estoy en condiciones de ponerme al frente de un proyecto, hablando de uno de carácter nacional. No estoy en condiciones, porque siento que me falta un proceso de madurez, de evolución”, subrayó De los Santos. En cambio, medio en broma pero “muy en serio”, dijo que imagina terminar su militancia “con un quiosco o un boliche de venta de comidas al paso donde pueda hablar con la gente”.
 “Me veo más en un espacio político del Frente que contribuya a construir proyecto, programa, unidad, fraternidad y más democracia en el relacionamiento de la fuerza política con la sociedad”, agregó.
PROYECTO.
De los Santos entiende, además, que “el proyecto de cambio en Uruguay no es para un millón de ciudadanos”. “Creo que la izquierda ni siquiera está comprendiendo ella misma lo que discute. Tampoco somos muy claros en lo que queremos decir, porque cuanto menos claro seamos más confusión dejamos”, advirtió.
Sobre los planteos internos en cuanto a la distribución de la riqueza, el intendente de Maldonado consideró que su fuerza política debe dar una respuesta al “contingente de los 10milpesistas” del Uruguay, a través del “gasto público, de la educación, de la vivienda, del subsidio al transporte”.
A modo de ejemplo, citó el caso de los trabajadores de supermercados que lograron una “descomunal recuperación salarial” a $ 9.600: “si soy de izquierda no puedo decirle que lo suyo no fue una gran conquista fruto de su lucha, pero tampoco puedo dejar de reconocer que a esa familia se le recontra complica para llegar a fin de mes”. “Hay que redistribuir mejor”, asumió.
Consultado sobre cuál debería ser “la síntesis a la que arribe la izquierda al cabo de ese debate sobre el reparto de la riqueza”, De los Santos respondió: “Sería muy pretencioso de mi parte identificar esa síntesis. Pero para mí significa que el trabajador del supermercado, que logró una conquista histórica con FUECYS, tenga la posibilidad de desarrollar a su familia logrando que sus hijos accedan a la educación, logrando que su vivienda sea un hábitat donde se den relaciones dignas, y no de violencia, y que esté inserta en un entorno urbano donde el barrio, el teatro, la piscina del lugar, permitan integrarse al entorno social para ir construyendo identidad”.
El intendente indicó que para esto el Frente Amplio tiene que impulsar una escala de valores. “La redistribución de la riqueza tiene una base material obvia, pero la construcción principal de la riqueza tiene que ver con escalas de valores. Los gurises pobres de antes, que teníamos mucho menos acceso a bienes de consumo, éramos sin embargo muy felices, porque nos sentíamos contenidos, queridos por el entorno del barrio”, recordó.

Pescados.

Por Dr. Pedro Bordaberry (*)

El pez Vela (Istiophorus platypterus) es uno de los más veloces del Océano. Puede llegar a los 110 quilómetros por hora, los tres metros de largo y los cien kilos de peso. Posee una aleta dorsal enorme que se asemeja a la vela de un barco (que le da el nombre) además de un hocico que termina en una punta afilada.

Se alimenta de calamares y peces.

Para los pescadores deportivos es una de las piezas más deseadas y buscadas. Como el pez no tiene dientes, primero aprieta con sus potentes mandíbulas a su presa para matarla, luego la libera y da una vuelta antes de volver a comerla.

Se  lo pesca desde una lancha en movimiento de la cual se lanzan dos señuelos. Uno, un pedazo de carne de pescado que va dejando el olor en el agua. El segundo un pequeño pez que los lugareños llaman penny (monedita).  

El pez vela huele el pedazo de carne y, al acercarse a él, el pescador lo atrae al penny mientras la lancha se detiene. Es un espectáculo impresionante ver venir a toda velocidad al enorme pez surcando el agua azul. Cuando este muerde al penny y lo deja, el pescador saca rápidamente del agua a este y en su lugar arroja un señuelo con un anzuelo.

Todos los que están abordo aguantan la respiración, mientras el señuelo con el anzuelo comienza a hundirse. De pronto surge el enorme pez vela desde las profundidades y se lleva el señuelo creyendo que es el penny que mordió antes.

Comienza en ese momento una batalla épica que puede llevar entre 45 minutos y una hora, donde el pez salta una y otra vez fuera del agua para liberarse. La mayoría de las veces logra hacerlo constituyéndose en un formidable rival. Los verdaderos deportistas luego de lograr subirlo a bordo se fotografían con él y - con cuidado - lo devuelven al Océano para que el noble animal siga con su vida.

Lo interesante es la estrategia de la pesca: se deja el rastro y olor de una carnada primero; luego se utiliza un segundo pez para que sienta el gusto y piense que  lo ha dejado inconsciente;  finalmente se arroja el señuelo para que lo muerda. Pero eso es lo más sencillo. Lo difícil es la lucha posterior de más de tres cuartos de hora en la que el pez Vela  pelea para liberarse.
Algo similar parece habernos ocurrido a los uruguayos.

Desde el Frente Amplio se nos aseguró una y otra vez que se respetaría nuestro voto. El pueblo uruguayo, poco a poco, fue confiando en ello, pese a algunas dudas. Dudas  que surgían de afirmaciones del candidato a Presidente en el 2009 cuando expresaba que no creía en la Justicia “un carajo”, que al Senado le veía “un tufo nobiliario”, que admiraba a una tribu africana que trabajaba dos horas y “después se pasaban todo el día de joda o chusmerío”,  o que por Fuerza Aérea quería tener sólo 80 pilotos suicidas, entre muchas cosas.

Ante el escándalo que tales declaraciones ocasionaron la respuesta a coro de muchos formadores de opinión fue que en realidad esas eran “reflexiones filosóficas” y no lo que él pensaba. El entonces candidato se replegó a y su Partido asumió la campaña. Había olor a respeto por la decisión del pueblo pero también dudas a partir de estas declaraciones. El pueblo le creyó.

Terminada la primera vuelta electoral y al empezar la segunda ronda rumbo al ballotage, el entonces candidato y hoy Presidente, junto a su Vicepresidente, nos mostraron la monedita a todos los uruguayos. En declaraciones públicas, en la televisión, en actos políticos, afirmaron una y otra vez que respetarían el resultado de los plebiscitos y el voto de la gente.

“Yo no le enmiendo la plana al pueblo. Este ya decidió y nos guste o no, hay que respetarlo” fueron sus contundentes e inequívocas palabras. Hoy circulan por internet, en Facebook, Twitter y hasta se animó a mostrarlas un canal de televisión.

Son contundentes, claras. Le dieron total seguridad a los uruguayos acerca de una de las cosas básicas de la Democracia: que lo que decide el Pueblo se respeta.

Si en ese momento los entonces candidatos a Presidente y Vice hubieran expresado que no respetarían lo que pocos días antes había decidido el pueblo otro podría haber sido el resultado electoral. Los uruguayos mordimos el anzuelo, el señuelo y ellos fueron electos.

No ha pasado aún un año y medio desde que asumieron y ahora directamente expresan que no respetarán lo que dijeron respetarían: la decisión popular manifestada a través del voto.

Nos engancharon con el señuelo de respeto a la Democracia, pero parece que era sólo eso: un señuelo.
Ahora no solo le enmiendan la plana al Pueblo, no respetan lo que este votó, sino que afirman que las mayorías cuando votan no siempre tienen la razón.

Lo curioso es que a aquellos que como el pez vela se sacuden para sacarse el anzuelo los obligan a votar en el Senado por disciplina partidaria aunque luego renuncien. O les hacen pedir licencia y así ocultarse de la vergüenza de la promesa incumplida o se enojan cuando con dignidad les gritan en la cara – como hizo el Senador Saravia – que se trata de respetar el resultado de la urna.

Como el pez vela nos tienen enganchados. Todavía quedan tres años y medio. Pero seguiremos saltando y peleando por el respeto del voto de los uruguayos y por sacarnos este anzuelo que lastima nuestra Democracia.

Es que como decía Batlle y Ordoñez no es que el Pueblo nunca se equivoca, es el único que tiene derecho a hacerlo.

(*) Abogado. Senador de la República. Líder de Vamos Uruguay.
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